Web 3.0, ¿qué cambios y beneficios supondrá para las empresas?

De Esteban Sardanyés

Web 3.0

¿Por qué hablamos de la Web 3.0 cuándo todavía se está desarrollando la Web 2.0, la versión superior de la Web 1.0? 

Sí, puede parecer un juego de palabras, pero no podemos olvidar que la Web 1.0 fue el inicio de internet tal y como lo conocemos hoy en día. Las tres W, la World Wide Web de Tim Berners-Lee, fue una revolución que pretendía ofrecer un Internet más autónomo, abierto e inteligente y así lo hizo. No obstante, no debemos olvidar que la tecnología no deja en ningún momento de evolucionar, de desarrollar nuevas capacidades y funcionalidades que la hacen mucho más potente, para adaptarla a las necesidades y demandas del usuario. Unas necesidades y demandas que con el paso de los años también evolucionan. 

Por ejemplo, se empezó a hablar de Inteligencia Artificial y Deep Learning en los años 70, pero no ha sido hasta casi 40 años más tarde, cuando se ha visto su verdadero potencial y se han empezado a desarrollar todo tipo de aplicaciones y tecnologías basadas en la IA. Con la creación de la Web 2.0 pasó lo mismo, se vio la necesidad de crear una Web más perceptiva y más inteligente, y hasta la fecha, ha funcionado muy bien para las empresas. Sin embargo, con el aumento en la generación de datos, el uso de éstos y la preocupación por su tratamiento, además de la aparición de tecnologías como el Blockchain o el Machine Learning, ha surgido la necesidad de crear una nueva Web. El objetivo de la Web 3.0, es que ésta suponga la descentralización de internet y permita una convergencia entre diferentes tecnologías. 

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¿Qué entendemos por Web 3.0? 

La web 3.0 es un tipo de Internet mucho más focalizado a comprender los datos para mejorar la experiencia de usuario, así como, mejorar la seguridad de los mismos. En la Web 3.0 estos datos dejan de ser propiedad de nadie, el contenido se descentraliza.

Ésta descentralización permite basar la tecnología de la web 3.0 en una web semántica, es decir, que los datos sean filtrados automáticamente para generar pequeñas webs personalizadas para cada usuario. 

Por tanto, las empresas, a través del historial de búsqueda y los patrones de comportamiento de cada uno de sus usuarios, podrán crear un perfil de navegación acorde con éste, mostrándole sólo aquello que de verdad sea de su interés, para brindarle una experiencia de navegación única. 

Por ejemplo, aunque dos usuarios pongan los mismos criterios de búsqueda de un servicio, cada uno recibirá sus propios resultados. 

Además, una particularidad de la Web 3.0 es que el usuario puede realizar búsquedas a través de voz, por imágenes o interacciones inmersivas. 

Por tanto, estamos hablando de un internet mucho más inteligente, cercano y preciso. 

Algunos ejemplos de Web 3.0

Siri de Apple, Alexa o Google Home… son ejemplos de Web 3.0, ya que combinan inteligencia artificial con reconocimiento de voz. 

¿Por qué hablamos de una Web descentralizada? 

La Web 3.0 está orientada hacia el software de código abierto, y las aplicaciones se ejecutan en tecnología Blockchain (cadena de bloques), en redes “peer to peer” o en una combinación de ambas. 

Por eso, las aplicaciones específicas para la Web 3.0 reciben el nombre de dApps, aplicaciones descentralizadas. Una aplicación se considera descentralizada cuando otro desarrollador puede coger el código abierto de la dApp y puede construir sobre él, por tanto, varios desarrolladores pueden tener control sobre éstas aplicaciones. 

¿Por qué la llegada de la Web 3.0 es importante para las empresas?

Gracias a la Web 3.0, las empresas podrán ser más transparentes, es decir, el usuario sabrá en todo momento qué está sucediendo con sus datos y el tratamiento que se les está dando, aportándole un mayor conocimiento y confianza hacia la compañía. Además, la empresa, al ofrecerle al usuario aquello que realmente le interesa y mostrarle sólo aquello que en realidad busca, hará que éste se sienta agradecido. Cuando un usuario recibe más información de la que pide, sobre todo de temas diferentes a sus intereses reales, se siente spameado, perdiendo interés por la compañía.  

Por otro lado, la privacidad del usuario también será mayor, puesto que la Web 3.0, a diferencia de la Web 2.0, utiliza la tecnología Blockchain, la cadena de bloques, para almacenar la información. Los registros de Blockchain están protegidos por criptografía, donde los usuarios de la red tienen sus propias claves privadas y seguras. Esta clave se asigna directamente a las claves de transacción y actúa como una firma digital personalizada. Esta tecnología permite a las empresas compartir sus responsabilidades y roles. También ayuda a proteger la información confidencial sin comprometer el acceso a ningún usuario privilegiado.

Beneficios de la Web 3.0 para las empresas 

Mayor fiabilidad y seguridad de cara al usuario

Al hablar de una web descentralizada, aportará mayor seguridad y confianza a los usuarios a la hora de dar sus datos a la empresa, puesto que tendrá control absoluto sobre ellos, algo que actualmente con la Web 2.0 no sucede del todo. 

Una web abierta a todo el mundo

Las aplicaciones desarrolladas de forma descentralizada no pueden censurarse ni restringirse de ninguna manera, así pues, nadie tiene el control absoluto de ellas. 

Mayor experiencia de usuario

Al poder personalizar los parámetros de navegación, se puede mejorar la experiencia de usuario, para dar respuesta y satisfacer de una manera más rápida y eficiente sus necesidades. 

Mejor conocimiento del usuario, mayor probabilidad de ventas

Gracias a los análisis de datos de la Web 3.0 sobre el comportamiento del usuario mediante la ayuda de la Inteligencia Artificial, las empresas podrán comprender mejor a los usuarios y su comportamiento de compra, para generar publicidad y contenido acorde a sus expectativas. 

Sin duda, la Web 3.0 supondrá una revolución tanto a nivel de seguridad informática como de usabilidad. Actualmente se encuentra en fase muy inicial, y no podemos olvidar que del paso de la Web 1.0 hasta llegar a la Web 2.0, pasaron más de diez años y que desde la fecha, todavía se sigue mejorando cada día. Sin embargo, podemos empezar a tener noción de los beneficios que supondrá para las empresas pasar de la Web 2.0 a la Web 3.0.