Áreas críticas de las empresas que se deben proteger

De Eduard Bardají

Áreas críticas de una empresa

Los ciberataques contra las empresas y organizaciones públicas se han incrementado exponencialmente en los últimos años. Los ciberdelincuentes encuentran en las empresas grandes cantidades de información y datos sensibles tanto de clientes como de trabajadores, además, las empresas también son más propensas a pagar los rescates que los hackers piden a cambio de recuperar la información robada.

Nueva llamada a la acción

Es por eso que, para que cualquier empresa pueda realizar su actividad con normalidad y de forma segura, es vital que se proteja de todas las amenazas que le acechan. A continuación veremos las áreas críticas de las empresas que se deben proteger para no sufrir un ciberataque o, si lo recibimos, que no sea perjudicial para la compañía.

Perímetro e infraestructura de red

La red de una empresa es un punto crítico para su seguridad ya que es el punto donde interactúan sistemas, dispositivos y usuarios. Para un ciberdelincuente, cada dispositivo conectado a la red puede ser un punto de entrada, además, si toda la información que circula por ella no está cifrada o correctamente protegida, corre el peligro de ser sobada por un ciberdelincuente.

Para evitarlo, es importante implementar medidas específicas como firewalls y sistemas de detección de intrusos. También se debe segmentar la red, para evitar el movimiento lateral de los ciberdelincuentes y que no puedan acceder a la totalidad de la red.

Datos e información confidencial

Como hemos comentado al principio del post, uno de los activos más buscados por los ciberdelincuentes es la información y datos confidenciales, ya sean de clientes o de los propios trabajadores. Con el robo de correos electrónicos, números de teléfono o información de pago, los ciberdelincuentes cuentan con información suficiente como para lanzar ciberataques de phishing que afectan a miles de personas.

Nueva llamada a la acción

Si queremos asegurar los datos de clientes o trabajadores, debemos proteger tanto los datos en tránsito como en reposo en sitios seguros. También se deben realizar copias de seguridad y almacenarlas de forma segura para asegurar la recuperación en caso de un ataque. 

Gestión de identidad y accesos (IAM)

Gestionar y controlar quién tiene acceso a qué recursos dentro de la empresa es fundamental para su propia ciberseguridad. Una gestión efectiva de IAM asegura que solo las personas adecuadas, en el momento adecuado y con los permisos necesarios, puedan acceder a los sistemas, datos y aplicaciones.

Por ejemplo, implementar una autenticación multifactor puede ayudar a añadir capas autenticación que van más allá de la simple contraseña. También hay que prestar especial atención a las cuentas con privilegios elevados para reducir el riesgo de accesos no autorizados que puedan provocar un grave daño en los sistemas de la empresa.

Seguridad de aplicaciones y software

Mantener todas las aplicaciones y programas informáticos actualizados con la última versión es una forma de protegerse efectiva contra los ataques de ransomware o phishing. Para los desarrolladores de software, las actualizaciones son su herramienta para solventar los problemas de seguridad que pueden surgir en sus aplicaciones o programas informáticos.

En los últimos años han aparecido los llamados ataques “zero-day, que se dan cuando los ciberdelincuentes detectan una vulnerabilidad a explotar antes que el propio fabricante. Estos ciberataques son muy peligrosos porque como nadie más lo conoce, no existe un parche o solución disponible para evitar que la vulnerabilidad sea explotada.

Proteger estas áreas de cualquier empresa es crucial para poder continuar con la actividad cotidiana de la empresa de forma segura. Un ciberataque que comprometa los datos e información confidencial tanto de clientes como de trabajadores puede suponer un grave perjuicio para la imagen y reputación de la empresa además de las consecuencias económicas que puede tener.